viernes, 13 de julio de 2007

Meme: 8 cosas sobre mi

Bueno, pues después de... mucho tiempo, por fin puedo dedicarme a este meme al que me nominaron mis amigas bloggeras Hestia y Miranda.



Las reglas son sencillas: escribir 8 cosas sobre ti mismo y pasárselo a 8 bloggeros.

Así que... allá voy.

1.- Odio la nata. No la nata montada, si no la nata de la leche, esa capita que se forma cuando la calientas y luego se enfría... la odio, me resulta realmente repulsiva. Si me parece verla en un vaso de leche, ya no me lo puedo beber, aunque lo cuele y recuele veinte veces.

2.- Uno de mis libros preferidos es La historia interminable. Si no el favorito. Siempre adore la peli, y cuando fui capaz de tragarme el tochazo tuve que leerlo 3 o 4 veces seguidas, de lo que me gusto. Siempre he disfrutado pasando horas únicamente imaginando mundos de fantasía y viviendo miles de aventuras, y el escenario de La historia interminable fue siempre mi favorito.

3.- Tengo una sensibilidad especial ante el sufrimiento animal. A veces llega a resultarme un problema, porque me inmoviliza demasiado, me ha producido algún que otro problema de ansiedad. Y bueno, ahora voy controlándolo, y aprendo a entenderlo de otra manera, y a enfocar la ansiedad hacia moverme y hacer cosas que hacia sufrir sintiendo que no puedo hacer nada.

4.- Una vez tuve un ratón de laboratorio como mascota. Y era adorable! Se dormía en mi manita, y cuando se escapaba por las noches de la jaula se subía a mi cama por la colcha y se dormía encogido al lado de mi brazo. Pobre, alguna vez estuvo en peligro de ser aplastado en una de esas aventuras, pero me avisaba con un mordisquin suave, así que me despertaba, y quedaba en un "uf, por poco".

5.- Puedo darme la vuelta a la lengua. Jajaja, se que suena raro, pero es algo que se hereda genéticamente. Puedo poner la lengua hacia abajo, y también curvarla y hacer un tubito con ella. Cosas que me dejo mi yaya.

6.- Me encanta la música country. Es la que mas me llena, y con la que mejor me lo paso, aunque sea yo sola en el coche o en mi habitación. Para mi es la mas divertida.

7.- Disfruto haciendo castillitos de arena en la playa. Mi papi los hacia mucho cunado era pequeña, y supongo que me recuerdan a aquella época. No se me da igual de bien que a el, pero... me defiendo! Ah... bueno... y como no, luego destrozarlos es un verdadero gustazo!

8.- Mi viaje soñado: Australia y Escocia. Tienen algo... místico para mi. Escocia tiene ese alma celta con el que tanto me identifico, y Australia es la mejor demostración de la devolución darwiniana, un tema que me interesa muchísimo. Espero poder lograr ir algún día.

Ahí están mis 8 cositas. Es difícil, eh? O al menos a mi me lo ha resultado.

Y bueno, le mando este meme a
catboy , yaniexisto, heroe del dia, Alesita, insana, akela, Immort... me quede ahí. Los demás compis bloggeros creo que ya han sido invitados o han hecho el meme, así que... pallá va.

miércoles, 11 de julio de 2007

No a comer por compromiso

Bueno, llevo unas semanas un poco colapsada y estresada. Por eso no conteste a los que me dejasteis mensajes, os quería pedir disculpas. Hacerlo suponía hablar sobre mi, sobre como me sentía, y sobre mis pensamientos, y no tenia fuerzas para eso. Pero bueno, parece que todo se tranquiliza y, como siempre, todo pasa.


Pensé que no iban a volverme las ganas de escribir, pero ¡acaban de aparecer! y precisamente sobre algo que he vivido multitud de veces: comer por compromiso. Una de las claves en mi mejora fue saber reconocer en que circunstancias me obligaba a mi misma a comer más de lo que quería para complacer a otros, generalmente a mi madre, mi suegra y mi abuela. Al principio fue algo duro, porque estaban acostumbradas a que repitiera o comiera hasta no poder más. Lo que ellas no sabían es que casi siempre esas comidas copiosas terminaban en alguna cañería. Las reuniones y las cenas familiares se convirtieron para mi en una preocupación, y no en un disfrute, y... aunque me costó mucho tiempo, me di cuenta de que podía dejar de comer por compromiso, y de que podía dejar de sentirme mal por ello.





Llegas a una reunión familiar, o a una celebración o invitación cualquiera, y te encuentras con cantidades ingentes de comida de todo tipo... ¡y solo es el aperitivo! Comienzas a comer picando un poco de allá, otro poco de acá, "páseme la tortilla", "toma un poco de lomo"... y después de un buen rato ya estas lleno. Pero aun queda el segundo plato, y como no el postre...

¿y que haces?

Te lo comes, con una sonrisa y un "esta buenisimo". "No pasa nada" piensas... "total, por un día."

El problema suele ser que no es solo un día, si no que comer de más por no desagradar al autor se convierte a veces en una costumbre. Y cuando sufrimos bulimia puede volverse peligroso, pudiendo empeorar aun mas nuestro TCA. Si te ocurre a menudo puedes llegar a aceptar que esa es tu forma de comer natural. Que necesitas comer hasta que no te entre bocado alguno, y que además los demás son más felices con ello. Y nada de eso es cierto.

Lo primero es nuestra salud, y por eso mismo cuando algo atenta contra ella hay que pararlo, aunque otras personas puedan sentirse momentánea o temporalmente mal. Si alguna persona se siente menospreciada porque no tomes su comida no es un problema tuyo, si no suyo, y hay que intentar que comprenda que tu también tienes tus limites y tus capacidades, y que saltártelos para complacerla solo te perjudica.

Aprender a decir no ante la comida cuando sufres un trastorno con atracones es muy complicado, pero no imposible. Lo mejor es comenzar con pequeñas cosas... como por ejemplo aquello que realmente no te atrae, y que únicamente comes cuando lo hace tu suegra, tu abuela, tu pareja, tu amiga... Seguramente la primera vez tengas tentaciones de rectificar y tomarlo al final, porque "la cocinillas" esta acostumbrado a que lo tomes, y seguramente se sienta contrariada y hasta desilusionada por tu negativa. Pero cualquier nueva actividad es costosa, hasta que se hace costumbre. Así que simplemente hay que insistir en ello varios días, y en pocas semanas podremos negarnos a comer algo que no nos sea placentero. Y además de ello le quitaremos un gran peso a la otra persona, pues dejara de sentir la presión de cuanto habrá agradado su trabajo en la cocina ese día.

Comer no es una obligación social, ni de ello depende el amor que demos o recibamos de los demás. Es una necesidad fisiológica, o incluso un placer, pero no una moneda de cambio para expresar lo mucho o lo poco que te aprecio. Y muchas veces lo utilizamos como señal de cariño o sin darnos cuenta , convirtiéndolo en todo lo contrario : en un veneno. No hay que sacrificar la salud para evitar disgustar a alguien, y mas cuando ese disgusto no tienen ningún fundamento.

Aprender a comer únicamente cuando lo necesitamos o cuando nos apetece realmente es difícil, y uno de los pasos que hay que dar es dejar de hacerlo por compromiso.