jueves, 29 de mayo de 2008

Huir del dolor



Durante toda nuestra vida nos encontramos ante situaciones mas o menos dolorosas. Tanto las personas como los animales nos enfrentamos a ellas de dos formas: enfrentándonos o huyendo. Cual elijamos depende del análisis que hagamos previamente sobre la posibilidad de obtener un buen resultado con ambas.


Pero a veces, nosotros, los seres humanos, perdemos esa capacidad de análisis y adoptamos una actitud constante y continua de huida. Esta nos hace sentirnos incapaces de crecer y de aprender, sumiéndonos a nosotros mismos en una rueda de baja autoestima y de estrés emocional. Y de esta forma alimentamos el miedo, que a su vez alimenta nuestra huida.


La huida nos encadena.


Esta mañana me he topado con algo que me ha hecho recapacitar sobre esto. Hasta hoy no me había parado a pensar en cual era mi actitud hacia lo que me resulta doloroso en mi vida. Durante muchos años, sin darme cuenta, he estado metida en esa rueda, en ese circulo de huida del dolor. Practicamente todo en mi vida esta o ha estado gobernado por ello: mis relaciones familiares, con mi cuerpo, con mis amigos, con los conocidos, con los deconocidos, con mis estudios, con el trabajo, con la comida...


Y ese dolor nos lleva al odio, a la venganza, al desprecio... en definitiva al sufrimiento propio y ajeno.



Lo peor es que nunca desaparece solo.



Esta ahí. Y seguirá estando ahí, un tiempo, o siempre. Por mucho que intentemos taparnos los ojitos como niños chicos, ni nosotros desapareceremos, ni nuestro sufrimiento se esfumara. Solo crecerá, y crecerá, resultando cada día mas doloroso cada vez que, por un descuido o por un capricho del destino, lo encontremos.






Hoy me he dado cuenta de que tengo dos opciones. Y hoy he decidido rechazar la huida. Y no me importa el tiempo que tarde en aprender a enfrentarme al dolor. Se que puedo avanzar, se que puedo utilizarlo para crecer. Se que al enfrentarme al dolor seré capaz de encontrar una manera de ponerle fin en algunas ocasiones, y de aprender con él en otras muchas.


Se que quiero hacerlo.
No necesito nada más.

5 comentarios. ¿Que opinas tú?:

Laura dijo...

¿Qué opino yo?
Que me encanta que hayas decidido dejar de huir. Como bien dijiste se puede aprender y darle fin.
Todo con tiempo,tranquila, sin apuros. Yo sé que vos podrás lograr lo que te propones.
Besos y abrazos. Y muchisimas gracias por el premio que nos otorgaste.

Ariadna dijo...

Gracias akela :). Nada mas un abrazo enorme :). Besos.

Anónimo dijo...

hola, soy totalmente nueva por aqui y no acostumbro dejar comentarios, pero esta vez es diferente, tu entrada esta marcando mi vida como jamas lo hizo ninguna otra cosa, reconoci cosas que siento y no reconocia y me siento realmente liberada. Quiero darte las gracias porque por personas como tu, que les gusta compartir sus enseñanzas, otras como yo, podemos aprender mucho. Gracias de todo corazon y prometo pasar seguido por aqui.

Ferran dijo...

Muchas Gracias Ariadna!!
Tengo una amiga que siempre está huyendo y ahora con la separación de su novio que vé casi cada día está mal y huye. Le he mandado este post que estoy seguro que le irá muy bien.

Que seas muy feliz!
Ferran

Wendy dijo...

Por distintos motivos (o quizá son los mismos, disfrazados de otra cosa), he sentido que tu entrada salía prácticamente de mi boca, así que me he tomado la libertad de reproducir tu entrada en mi blog, nombrando la fuente. No creo que pueda expresarlo mejor que tú, espero que no te parezca mal. Saludos y ánimos.