La enfermedad silenciosa.

" Sandra era un ejemplo en su familia de salud y de equilibrio. Era la consejera nutricional y una deportista nata. Siempre había gozado de una salud estupenda, aunque tenía ligera tendencia a resfriarse con facilidad. Una mañana se despertó con malestar y decidió faltar al trabajo, cosa que nunca antes habia hecho por enfermedad. Murió esa misma mañana, a los 35 años, por un paro cardiaco, producido por un prolapso de la válvula mitral."



Sandra padecía bulimia desde los 21 años, y como la gran mayoria de los enfermos de bulimia, la había sufrido en completa soledad. Resfriados continuos, voz ronca, oscilaciones de 4 o 5 kilos anuales, o la pérdida de un par de piezas dentales no eran una señal de alarma suficientemente llamativa para que su círculo notara nada. Mantenía sus adicciones y sus actitudes obsesivo-compulsivas en un absoluto secreto, avergonzada por su falta de voluntad, mientras la consumían y, aunque había intentado miles de veces controlar el circulo que llevaba, nunca se atrevió a dar el paso y acudir a un profesional.



El 90 % de los casos de bulimia no es tratado a tiempo o simplemente no se trata. Y se calcula que más del 70% de los casos de bulimia no son conocidos, y los enfermos lo mantienen oculto.



"La bulimia se nutre en el secreto, en la angustia callada, en una represión de emociones, en un crecimiento interno de la infelicidad y la vergüenza. En el exterior, nada ocurre: en muchos casos, la chica es sociable, alegre, responsable. No aumenta o disminuye de peso. La bulimia carcome de manera discreta, y lija el interior de las enfermas hasta dejarlas huecas. Ese hueco sólo puede llenarse con comida."

No te calles. Habla.