Consecuencia de la bulimia (mia) en tu boca y tus dientes.

La mayoría de las personas que sufrimos bulimia utilizamos los vómitos como compensación ante un atracón. Ésto tiene muchos efectos en nuestro cuerpo, y la boca también tiene su parte de sufrimiento.

Cuando vomitamos no solo expulsamos comida. La acompañan el ácido clorhídrico de tu estomago y las bacterias de éste y de tu intestino delgado. Su función es reducir el pH del alimento para poder digerirlo bien y además digerir algunas fibras vegetales. El estomago esta preparado para soportarlo, pues tiene una pared gruesa y protegida por una mucosa. Pero nuestro esófago, garganta y boca no pueden defenderse ante él. Resulta corrosivo y ataca a las células, matando muchas de ellas. Nos irrita el paladar, la lengua y las cuerdas bocales, abriendo un camino para las bacterias, por lo que somos mas propensas a resfriados, gripes... Las propias bacterias del vomito se instalan en las zonas de la garganta y de la boca produciendo esas infecciones.

Además nos impide emitir correctamente los sonidos y nos produce afonías, a veces crónicas. Muchas grandes cantantes han perdido su voz por causa de la bulimia.

El ácido además deshace y desgasta la capa de esmalte dentario, y las encías son también dañadas pudiendo sufrir gingivitis, que si alcanza un estado grave puede significar la perdida de la pieza.

Al destruirse el esmalte, pueden quedar zonas del diente sin protección, teniendo gran sensibilidad al frío y al calor. Además los dientes se acortan visiblemente y la sonrisa, aunque menos importante, pierde su belleza.

La caries es casi inevitable cuando ese desgaste llega a extremos como el de la fotografía de arriba, correspondiente a una muchacha que sufrió bulimia durante varios años. Se puede corregir con implantes, pero esta claro que no es lo mismo.

Tras debilitarse el diente por el ácido hay que intentar recuperar el pH de la boca. Si no hemos podido evitar el vomito, hay que procurar que desaparezca esa acidez, ayudando con enjuagues con bicarbonato, o aunque sea con abundante agua. Pero NUNCA lavarse con pasta de dientes pensando que así limpiaremos bien nuestra boca, pues la pasta de dientes atacara el esmalte aprovechando su debilidad temporal, aumentando aun mas los daños.